Pilates y Depresión
¡Muy buenas a tod@s!
Una entrada más en este blog, pero muy especial para mi:
Esta entrada va dedicada a todas esas personas que por diversas cicunstancias se ven envueltos por este trastorno psicológico, la depresión. A todos ellos y en especial a mi madre, que con su entereza, esfuerzo y todo mi amor conseguirá volver a ver brillar el sol.
¿Qué es la depresión?
Trastorno psicológico caracterizado por una profunda tristeza, decaimiento anímico, pérdida de interés y disminución de las funciones psiquicas.
La depresión puede tener importantes consecuencias sociales, laborales y personales, desde la incapacidad laboral (ya que se puede presentar un agotamiento que se verá reflejado en la falta de interés hacia uno mismo), o incluso el desgano para la productividad, lo cual no solo afectará a quien está pasando por la depresión, sino también a quienes lo rodean.
Hay diversos tratamientos para dicho trastorno, y yo como profesional del mundo del deporte y la salud apuesto por la actividad física, y en concreto por el Pilates.
Formas en las que Pilates puede ayudar
A nivel psicológico y físico:
- Evadirse por un momento de sus preocupaciones. En primer lugar creo que estas personas necesitan despejarse, distraerse, evadirse aunque sea por una hora de sus problemas.
- Relajarse y reducir niveles de ansiedad, los ejercicios realizados con calma, respirando profundamente aportan calma y serenidad.
- Dormir mejor y liberar la tensión muscular, gracias a las liberaciones somatoemocionales (tensionales) que podemos conseguir mediante los ejercicios de elongación muscular.
- Mejorar su autoestima y con ello su estado de ánimo al obtener sensación de dominio al verse capaz de ejecutar ejercicios de determinado nivel.
- Mejoraremos la movilidad articular, fuerza muscular.
- Mejoraremos o restableceremos el control neuromuscular (aprendizaje).
- Mejoraremos la integridad funcional (coordinación)
- Economizaremos las funciones orgánicas (respiración coordinada)
- Conseguiremos una conexión mente-cuerpo.
Seréis felices, pero primero hay que ser fuertes